Opiniones del B&B Marsà

El anfitrion fue muy amable. Las instalaciones limpias y comodas, al lado de la playa y cerca del pueblo. Un lugar bonito y muy recomendable

El B&B Marsà ha sido el verdadero descubrimiento de nuestras vacaciones. Después de varios días intensos entre Catania y Ragusa, disfrutando de arte y cultura, buscábamos un rincón tranquilo, junto al mar, donde poder descansar y recargar energías. Llegamos a este lugar casi por casualidad… y acabó convirtiéndose en la gran sorpresa de todo nuestro viaje. Dos días que recordaremos siempre como un pequeño sueño. El B&B Marsà tiene una ubicación perfecta: silenciosa, a dos pasos de la playa y a un paseo agradable del centro de Marzamemi, con la comodidad del aparcamiento privado. Las instalaciones son impecables: todo muy nuevo, la habitación amplia, decorada con un gusto delicado, limpísima, con una cama comodísima. El desayuno… ¡qué decir! Variado, generoso y con esas tartas saladas de Giusy, una más deliciosa que la otra. Y, sin embargo, lo mejor no son las paredes ni los detalles materiales. Lo mejor, lo que convierte a este lugar en algo único, son sus anfitriones: Salvatore y Giusy. Ellos son el alma de la casa, los que hacen que no sea solo un alojamiento excelente, sino una experiencia que se queda en el corazón. Amabilidad, profesionalidad, cercanía, simpatía… cada gesto suyo transmite hospitalidad sincera. Salvatore nos llenó de consejos y recomendaciones útiles, siempre con una sonrisa y con esa atención que hace sentir al huésped como un verdadero amigo. He leído muchos comentarios positivos sobre este lugar y todos se quedan cortos. Salvatore, amigo mío, si algún día decides cambiar el nombre del establecimiento, no lo dudes: “Giusy & Salvatore”. Ese sería el reflejo perfecto de lo que es este rincón tan especial. Lo que tenemos clarísimo es que, si volvemos a Sicilia, volveremos también a vosotros. Gracias de corazón por habernos regalado este recuerdo tan hermoso. Elisabetta&Enrique

Muy buena ubicación a unos pasos andando de la playa de Marzamemí que sinceramente está muy bien en pleno Julio y no estaba petada, agua cristalina y la vimos muy limpia. También a pocos pasos andando de la zona del casco antiguo con todos los restaurantes etc. NOTO pilla a unos 20 mins para ir a verlo y pasar una tarde (nos gustó mucho). La habitación era muy grande, limpia y cómoda. Nos la dieron super pronto además! Nos gustó mucho que nos dieran una cestita para llevar a la playa con unas toallas de playa. El desayuno era muy bueno con muchas opciones y algunas caseras! También tenían una explanada para dejar los coches.

Nos ofrecieron una excursión en barco que tampoco nos encantó. Es caro para lo que era, que al final te llevan al mar a dos puntos para que nades un poco pero tampoco hay mucho que ver. Después de haber hecho otras excursiones en barco y una por las islas Égadas, fue un poco sin más. Aunque la comida que nos dieron en el barco (tostas con diferentes pescados, tomates etc) era muy buena! Tampoco me gustó que se dirigieran solo a mi marido todo el rato y a mi no. Noté que el anfitrión sólo se quería comunicar con él “qué tal has dormido” “quieres un café” y yo al lado… en una de esas mi marido apurado se giró a mi y me preguntó, tu quieres un café? Y el anfitrión le dijo, no tienes que pedirle permiso. Primero, no me estaba pidiendo permiso y segundo, no entiendo por qué tiene que meterse en nuestras vidas. También se sorprendieron que fuera yo la que condujese el coche. Un poco machista. En conclusión la casa está muy bien la ubicación es muy buena pero también es muy caro y tampoco fueron especialmente amables y cariñosos con nosotros como sí sentimos en otras estadías en la isla.

La tranquilidad de la zona, lo próximo al centro, facilísimo aparcar,

Que en noviembre todo está prácticamente cerrado y el pueblo no tiene vida

El desayuno, la amabilidad del personal. Detalles que no había visto en otros sitios del estilo, como antimosquitos en las habitaciones

No se me ocurre nada

Maravillosos anfitriones y maravilloso lugar!!

Excelente (10). Súper contentos con la estadía. El sitio muy limpio y cuidado. Salvatore y su pareja son grandes anfitriones. Amable, generoso y atento. Muy recomendable.